Como soy una impaciente, puede que la lana no fuera la más indicada, y además, no sé por qué pero no se parece demasiado al original (yo seguí los pasos religiosamente). Pero me gusta el resultado. Ha quedado un bichito simpático.

A Ángela también le gustó y enseguida se lo llevó de excursión.
Me ha encantado hacerlo, es muy divertido, así que puede que esto sea "el principio de una gran amistad" con los amigurumis.












Los proyectos están en mi mente, pero no sé para cuándo.







